Cuando me bloqueo

Cada cierto tiempo pierdo interés en las cosas. Ya no leo libros, no veo series, ni películas, ni animes, ni nada. No me dan ganas de jugar algún videojuego, etc. En resumen, me bloqueo y siento que me pierdo un poco.
Coincide también con que tampoco tengo muchas ganas de interactuar mucho en las redes sociales. Facebook ya no lo uso, Twitter solo retuiteo algunas cosas y en Instagram solo veo las historias de algunas personas. Ni utilizo otras RRSS, no me llaman la atención.
Creo que por esos azares del destino he tenido la mala suerte de que los podcast que he estado escuchando tampoco han sacado capítulos nuevos, en fin.. todo mal, me aburro.
El universo conspira en arruinar mis pasatiempos para que dedique mi tiempo en la introspección (lo cual desde un tiempo hasta ahora evito por temas de sanidad mental).
Últimamente me he dedicado a escuchar música, mirar el techo y pensar cosas que me gustarían hacer si mi pereza no me lo impidieran (y mi falta de tiempo).
Bueno escribir en el blog es una forma de pasar el tiempo y botar un poco lo que tengo acumulado en la cabeza.
Lo bueno de todo esto es que es cíclico, pasa y llega algo nuevo que rompe la monotonía y vuelve a girar la rueda.
Siempre es así.